Have you considered participating in clinical trials?
Check eligibility
CIENCIA, HISTORIA Y HECHOS

Lo que necesita saber sobre las vacunas

June 14, 2024

¿Cómo sobrevivíamos a las enfermedades infecciosas antes de la invención de las vacunas? La verdad es que con frecuencia no lo hacíamos. De acuerdo con la OMS, las vacunas han salvado más vidas humanas que cualquier otro invento médico en la historia. Existen varias enfermedades letales que mucha gente hoy en día no sabe que existieron; todo gracias a las vacunas.

¿Cómo funcionan las vacunas?

Para entender cómo funcionan las vacunas, primero hay que entender cómo funciona nuestro sistema inmunitario. El sistema inmunitario es una compleja red de células y órganos que ayudan al cuerpo humano a combatir patógenos. Esto empieza con barreras físicas como la piel, el pelo y las mucosidades, los cuales mantienen a los patógenos fuera de nuestro cuerpo. Cuando los patógenos se abren paso entre estas defensas, nuestro cuerpo reacciona con anticuerpos, que son como los soldados del sistema inmunitario.

Los patógenos tienen componentes llamados antígenos. Cuando el sistema inmunitario se topa con ellos, los antígenos provocan que el sistema inmunitario produzca anticuerpos específicos que eliminan el patógeno. El sistema inmunitario también crea células de memoria, las cuales recuerdan cómo derrotar rápidamente al patógeno si éste invade otra vez.

Las vacunas son hechas por lo general con partes debilitadas o inactivas de un patógeno, incluyendo su antígeno, para ayudar al sistema inmunitario a producir anticuerpos. Estas vacunas no pueden causar la enfermedad porque el antígeno está muy débil o muerto. Las dosis repetidas de la vacuna refuerzan esta respuesta inmunitaria, asegurando una protección de larga duración.

Hoy en día, vacunas más recientes contienen la plantilla para producir antígenos, en lugar del antígeno como tal. Sin embargo, estimulan la misma respuesta productora de anticuerpos.

Tipos de vacunas

Vacunas inactivadas
Las vacunas inactivadas contienen un patógeno muerto. Se cultiva el patógeno en el laboratorio y luego se le mata para asegurarse de que no cause la enfermedad. Este tipo de vacunas estimula la producción de anticuerpos, pero no lo hace de manera tan intensa como lo hacen las vacunas vivas, por lo que varias dosis (dosis de refuerzo) pueden ser necesarias con el paso del tiempo para garantizar protección. Algunos ejemplos son las vacunas contra la hepatitis A, la rabia y la polio.

Vacunas vivas atenuadas
Las vacunas vivas contienen una forma debilitada del patógeno. Provocan una respuesta inmunitaria intensa y duradera, similar a la de la infección que están previniendo, sin causar la enfermedad. Por lo general, una o dos dosis brindan protección para toda la vida. Sin embargo, las vacunas vivas pueden estar contraindicadas en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los de quienes reciben medicamentos inmunosupresores, tienen cáncer o después de un trasplante de órgano. Algunos ejemplos son las vacunas contra la varicela, el sarampión, la viruela y el rotavirus.

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm)
Las vacunas de ARNm utilizan el código genético del patógeno, permitiendo una producción más rápida. Estas vacunas le enseñan al cuerpo a sintetizar una proteína exclusiva del virus, desencadenando una respuesta inmunitaria sin causar la enfermedad. Algunos ejemplos son las vacunas de Pfizer y de Moderna contra la COVID-19.

Las vacunas de subunidades
Las vacunas de subunidades contienen partes del patógeno, como su proteína, su carbohidrato o su cápsula, en lugar del patógeno entero. Estas vacunas provocan una respuesta inmunitaria intensa y son adecuadas para personas con sistemas inmunitarios debilitados o enfermedades crónicas. Sin embargo, pueden ser necesarias dosis de refuerzo. Algunos ejemplos son las vacunas contra la hepatitis B, la tos ferina y el herpes zóster.

Vacunas toxoides
Las vacunas toxoides contienen toxinas producidas por el patógeno. Desencadenan una respuesta inmunitaria a las partes tóxicas del patógeno, no a todo el patógeno. Las dosis de refuerzo pueden ser necesarias para una protección continua. Algunos ejemplos son las vacunas contra el tétanos y la difteria.

Vacunas de vector viral
Las vacunas de vector viral utilizan un virus inofensivo para entregar el gen del patógeno que su sistema inmunitario necesita combatir. Algunos ejemplos de vectores virales son el virus del sarampión, el de la influenza y el adenovirus.

Beneficios de las vacunas

Protección contra enfermedades prevenibles y posiblemente letales
Las vacunas reducen considerablemente la probabilidad de contraer enfermedades posiblemente letales y pueden disminuir la gravedad de la enfermedad, en caso de que ésta se desarrolle. Ellas protegen no sólo a la persona vacunada, sino que también ayudan a prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas.

Buena relación costo-eficacia
Es costoso tratar enfermedades que pueden ser prevenidas con vacunas. Incluso los casos leves pueden afectar la productividad, el empleo y las actividades diarias. Las vacunas ahorran dinero, reduciendo los costos médicos y minimizando el tiempo de inactividad por enfermedad, convirtiéndolas en una intervención con una buena relación costo-eficacia en materia de salud pública.

Inmunidad de rebaño
Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados tienen un mayor riesgo de enfermarse. La vacunación extensiva puede reducir drásticamente la propagación de la enfermedad e incluso eliminar algunas enfermedades. Estudios muestran que, cuando suficientes personas son inmunes a alguna enfermedad, esto protege a aquellos que continúan siendo vulnerables, un fenómeno que se conoce como inmunidad de rebaño.

Seguridad
Las vacunas son sometidas a pruebas rigurosas. Antes de recomendar alguna vacuna, los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés) y otros expertos vigilan y revisan su seguridad. Aunque algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves, éstos por lo general desaparecen por sí solos después de varios días.

Posibles efectos secundarios de las vacunas

Las personas pueden experimentar algunos efectos secundarios después de recibir una vacuna. Sin embargo, éstos por lo general son leves y sólo duran unos días. Algunos de los efectos secundarios de las vacunas pueden ser:

  • Dolor en el sitio de la aplicación
  • Sentirse enfermo o tener temperatura alta
  • Sentirse débil, como si se fuera a desmayar
  • Dolor de cabeza
  • Síntomas similares a los de la gripe

Es importante que tenga en cuenta que las reacciones alérgicas a las vacunas son poco frecuentes. Sin embargo, cuando suceden, lo hacen generalmente a los pocos minutos de recibir una dosis. Hágale saber a su médico inmediatamente si tiene una reacción alérgica a una vacuna.

La información brindada en este artículo tiene un propósito educativo y no debe ser considerada como una recomendación médica. Consulte con su proveedor de servicios de salud para conversar sobre sus necesidades específicas en salud y sus recomendaciones en materia de vacunas.

Referencias:

1. WHO | Coronavirus disease (COVID-19): Herd immunity, lockdowns and COVID-19

2. CDC |  Vaccine Safety Monitoring
Short Questions (1/3)
1
Was this article helpful?
2
Are you interested in reading more articles on this topic?
3
Vaccine trials are launching in the coming weeks, are you still interested in participating?
Least Interested
More Interested
Thanks for submitting!